viernes, 3 de julio de 2015

BATALLA DE SADOWA....GUERRA DE LAS SIETE SEMANAS



Tras la el Congreso de Viena de 1815, Europa fue repartida de nuevo después del Imperio Napoleónico. Alemania, que no existía como tal, quedó dividida en 39 ligados a la Confederación Germánica.
En esta se encontraba el gran Reino de Prusia, que se disputaba la dominación de la Confederación con el Imperio Austriaco. Las tensiones producidas entre ambos desembocaron en una guerra en 1866. En Sadowa (Bohemia) se decidiría el resultado.
En Sadowa (Imperio Austriaco) se encontraron los dos ejércitos el día 3 de julio de 1866. Los prusianos estaban liderados por el jefe del Estado Mayor Helmut von Moltke y disponían de  220.000 soldados. Por otra parte los austriacos estaban a las ordenes del comandante Ludwig von Benedek con 206.000 soldados más caballería y aliados sajones.
Como indiqué antes la batalla se produjo a 13 kilómetros al noroeste de la localidad austriaca de Königgrätz (hoy Hradec Králove, en la República Checa), en las cercanías de la ciudad checa de Sadowa. Supuso el punto final de la denominada Guerra de las Siete Semanas y la confirmación de Prusia como Estado hegemónico de Alemania, por encima de la derrotada Austria. La victoria prusiana permitió a este Estado la creación, bajo su control, de la Confederación Alemana del Norte al año siguiente.

Soldados prusianos avanzado hacia la batalla.


En 1865 el canciller prusiano Otto von Bismarck se entrevistó con Napoleón III en Biarritz con el objetivo de asegurarse la neutralidad de Francia en un posible conflicto entre Prusia y Austria, a cambio, Prusia se comprometió a apoyar los intereses de Napoleón en Italia. En abril de 1866 Prusia logró la mediación de Napoleón III en la firma de un acuerdo entre Prusia e Italia para asegurar la mutua defensa en caso de un supuesto ataque de Austria. A esta serie de tratados hay que sumar la seguridad sobre la no intervención del Reino Unido y Rusia en un conflicto entre prusianos y austriacos, lo que dejaba a Prusia las manos libres para iniciar la guerra y desplazar a Austria a un segundo plano en el asunto de la unificación de Alemania.
A finales de abril Bismarck presentó un proyecto de reforma de la Confederación Germánica que en la práctica suponía la exclusión de Austria de los asuntos germánicos. Austria trató de defenderse, ya a principios de junio, apelando a la Dieta de Frankfurt (principal asamblea de la Confederación) en el asunto de los ducados daneses que enfrentaba a prusianos y austriacos. Esto supuso un enorme error político, ya que fue la excusa que Prusia necesitaba para declarar disuelta la Confederación Germánica y declarar la guerra a Austria y sus aliados, Sajonia, Hannóver y Hesse-Kassel.

Caballería y artillería en Sadowa

La batalla

El ejército austriaco, mandado por el mariscal Benedek, contaba con un total de 200.000 hombres, de los que 21.000 correspondían a los refuerzos sajones. Ocupaba una fuerte posición detrás del Bistritz, a unos 13 kilómetros al noroeste de Königgrätz. Los prusianos por su parte, contaban con 221.000 hombres a las órdenes del propio rey de Prusia, Guillermo I, quien dirigía las operaciones desde un montículo cercano al pueblo de Sadowa.
A  la mañana del 3 de julio de 1866 los prusianos atravesaron el Bistritz y el 1º cuerpo de ejército prusiano emprendió un suicida ataque frontal, mientras que el 2º cuerpo de ejército era enviado contra el ala derecha de los austriacos. El desplazamiento del 2º ejército se realizó haciendo uso de la red de ferrocarriles, una de las grandes innovaciones del ejército prusiano en éste conflicto. El 1º cuerpo de ejército prusiano quedó bloqueado ante la férrea resistencia de los austriacos, y durante seis horas fue acosado y diezmado por la artillería austriaca, al final de las cuales, no había logrado causar ningún daño a los austriacos. La llegada, a las dos de la tarde, del 2º cuerpo de ejército prusiano al ala derecha del enemigo, salvó del absoluto caos al maltrecho 1º ejercito. En ese momento Benedek comprendió que su ala derecha corría peligro de derrumbarse, pero no pudo reaccionar a tiempo y un ataque combinado de los dos ejércitos prusianos acabó por conquistar Chlum, punto estratégico de la defensa austriaca. A las cuatro de la tarde la batalla se decantó definitivamente del lado prusiano, pese a lo que los austriacos continuaron defendiéndose hasta bien entrada la noche.
Al finalizar el conflicto, con la total derrota de Austria, ésta había perdido en el campo de batalla de Sadowa 1.400 oficiales y 43.000 hombres, mientras que los prusianos perdieron 360 oficiales y 8.800 soldados.
Estratégicamente hablando, los prusianos plantearon una estrategia asombrosamente mala para el grado de preparación que se le suponía a sus militares. El ataque frontal del 1º ejército podía haberse convertido en una auténtica masacre, y si los austriacos hubiesen logrado acabar con él en las seis horas en las que estuvo a su merced, el posterior ataque del 2º ejército no habría hecho sino aumentar el número de muertos por parte prusiana. Pero si mala fue la estrategia prusiana, peor fue la austriaca, es del todo inexplicable como en las seis horas que el 1º ejercito prusiano estuvo bajo el fuego de los artilleros austriacos estos no lograron diezmarlo de forma más efectiva, tal actitud sólo puede achacarse a la falta de preparación y al mal adiestramiento de los austriacos, dotados de un ejército numeroso pero mal entrenado y peor dirigido.
Si algo fue definitivo en el transcurso de la batalla de Sadowa, vista ya la nefasta dirección de las operaciones militares, fue el uso, por parte de los prusianos, del cartucho dreyse y el fusil de cerrojo. Esencialmente el cartucho dreyse sólo se diferenciaba de los demás en la colocación de los elementos básicos (pólvora, bala y cebo fulminante), el fulminante iba situado delante de la carga de pólvora, en el fondo de un taco de madera, sobre el que se asentaba una bala de plomo; de manera que al disparar la aguja debía atravesar todo el espacio ocupado por la pólvora para incidir en el pistón. Dicha tecnología fue despreciada por todas las potencias europeas, a excepción de Prusia, por considerar que tanto el cartucho como el fusil de cerrojo eran un disparate. Tras Sadowa todos los ejércitos del Viejo Continente se apresuraron a adoptar ambos elementos. La ventaja del fusil de cerrojo sobre los demás consistía básicamente en una mayor rapidez de disparo, lo que ocasionó las grandes pérdidas del ejército austriaco y explica como un ejército bajo fuego de artillería pudo causar más bajas de las que sufrió.

Pintura que representa el final de la batalla. El día 12 de agosto de 1866 se firma el armisticio

Las consecuencias

La victoria prusiana en Sadowa y la firma de los acuerdos de paz de Nikolsburg el día 26 de julio, supusieron la definitiva desaparición de la Confederación Germánica y el compromiso de Austria de no intentar restablecerla. Los acuerdos de Nikolsburg suponían la completa desaparición de Austria del proceso unificador alemán y su alejamiento del ámbito germánico. Los acuerdos de Nikolsburg fueron ratificados en la paz de Praga del 23 de agosto de 1866.
Prusia sustituyó a la Confederación Germánica con un nuevo estamento, la Confederación alemana del Norte, la cual quedó bajo su dirección. Al mismo tiempo Prusia se anexionó los ducados daneses, Hannóver, Hesse-Kassel, Nassau y Francfort. Austria cedió Holstein, pagó una indemnización de guerra y entregó Venecia al recién creado Reino de Italia. La Confederación se convirtió en el germen del moderno Estado de Alemania, mientras que el Imperio Austriaco tuvo que gravitar hacía Hungría dando lugar al nacimiento del Imperio Austro-Húngaro (1867).
En cuanto a las potencias extranjeras, la gran perjudicada fue Francia ya que tuvo que renunciar a sus ansias expansionistas en la orilla izquierda del Rin, debido al fortalecimiento de Prusia.

https://historiayguerra.net/2015/05/21/la-batalla-de-sadowa-1866/ http://www.enciclonet.com/articulo/sadowa-batalla-de/

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